Confianza |
Con los calores del pleno verano y una vez pasada la época de procrearse, las p. perezi ya tienen en mente una sola cosa: comer para adquirir las necesarias reservas para el invierno. Todo el día están al acecho de todo insecto que se mueve. En una parte del estanque siempre pongo restos de comida de los perros, lo cual atrae a las moscas. Y por las mañanas muy temprano muchos de los p. perezi del estanque buscan este sitio para cazar allí durante todo el día:
Y como muchas veces yo también me pongo allí para sacarles fotos. Las ranas me parecen haber dado la categoría de "animal en dos patas no peligroso"porque la distancia de huida es muy poca. Que pasa entonces si uno les da la mano?
Bueno, sucede esto y ...
... también esto:
La razón por tanta confianza no es que las ranas me quieren tanto. No, la razón es que a mi me molestan las moscas que se pasean por mi brazo y son tantas las ganas de las ranas de cazar estas moscas que se olvidan de sus últimos temores hacía los seres humanos:
Pero son solamente los machos que se atrevan a tanto. Nunca me ha brincado una hembra encima de la mano. Parecen mucho más prudentes:
Hacemos el intento de nuevo:
Inmediatamente se presente el primer macho y ...
... allí ya está el segundo:
Julio, 2010
Birgit Kremer