Biotopo casero

Queridos lectores,

durante tantos años me pareció simplemente normal, que los pajaritos cantaban tan bonito en primavera y me causaban una alegría. Por supuesto pude distinguir una paloma de un gorrión, pero no mucho más como he de admitir con pena.

Todo esto cambió cuando descubrí la colonia de cigüeñas blancas de San Roque. Estas bellas aves despertaron en mi no solamente gran admiración sino el deseo de conocer mucho más sobre la vida de las aves. Y muy pronto se acumulaban aquí guías de campo y revistas de aves. Y con su ayuda y muchas excursiones al campo poco a poco aprendí algo más sobre este maravilloso mundo de las aves. Si bien es cierto que en un principio volaban solamente puntos de interrogación en el cielo , poco a poco fui capaz - vaya alegría - de reconocer a algunas aves. Que sensación tan buena! Muy lejos estoy hoy en día de ser una experta. Los muchos pajaritos marrones me siguen causando grandes dificultades en reconocerlos con nombre. Y aún más lejos estoy de reconocerlos por sus cantos y llamadas!

Como es posible de vivir durante 30 años cerca del estrecho de Gibraltar sin caer en cuenta que es una de las rutas más importantes de migración de aves? No me pregunten, pero a mi me pasó! Todo esto cambió en estos últimos años! Mejor tarde que nunca! Tantas emociones y tantas aventuras me han regalado los plumados desde entonces!!! Y cada vez crecía en mi el deseo de devolverles algo: un pedazo de naturaleza para aliviarles la vida al menos a algunos de ellos.

Nació la idea de crear un biotopo casero en el jardín ...

Cuando una vez se me ha metido algo a la cabeza, difícilmente alguien me puede frenar! - En uno de mis libros leía que uno no se debe extrañar que en un jardín con puro césped y coníferos faltan los animales. Miraba mi jardín y vi con estupor el césped verde pero muerto, los cipreses y pinos, pero ningún árbol frutal. Bueno, por supuesto había mirlos, algunos estorninos y gorriones. Pero no mucho más. Ni siquiera tenían estos pajaritos un sitio en mi jardín donde beber y bañarse durante los meses calientes de verano.

Como primera medida cogí una sartén vieja, la llene de agua y se las puso de bañera. Y al lado algunos pipas de girasol. Pero los pajaritos estaban muy tímidos ...! Duró varios días hasta que el primer gorrión se acercó al agua, siempre mirando intranquilamente a su alrededor. Finalmente le gustó y disfrutó de un buen baño. Y poco después volvió von unos cuantos parientes. Poco a poco vinieron más pajaritos quienes por fin pasaron un verano contentos en mi jardín.

Y yo también estaba contentísima. Que bonito ver la alegría de los animales! Poderlos observar y aprender tantas cosas interesantes! Y poderles tomar unas fotos. Quería hacer algo más por ellos, así que se concretizo la idea de construir un lago. Poco después estaba aquí la máquina para abrir el hueco!

Apenas cuando estaba listo este pequeño lago llegó una lavandera de cascada para inspeccionarlo todo! Bueno, tal vez algún día llegaría también una cigüeña? Así lo esperaba entonces sin tener idea, que la naturaleza se encarga ella misma de decidir a quién le presta cobijo!

El lago empezaba a verse cada vez mejor con sus plantas acuáticas. En su alrededor quité otro trozo grande de cesped para allí sembrar semillas de flores silvestres. También los insectos deberían de tener su lugar. Poco a poco el biotopo casero cogió formas!

Grande mi alegría cuando llegó la primera rana que la bautizé Fridolin. Y la noticia del lago corrió en los círculos de las ranas porque cada día se presentaban más y más! Para acortar el cuento: Hoy en día hay una población de 400 rana perezi. - Y a partir de enero se escucha todas las noches el ensordecedor concierto de las hylas meridionalis. Un paraíso para las ranas, pese a que de vez en cuando aparece una culebra de agua y también un cárabo común se surte de comida.

Y los pajaritos? Bueno, a ellos no les hizo tanta gracia como a mi la presencia de tantas ranitas! Por esto les puse más platos y sartenes viejas con agua distribuidas en el jardín, donde pueden beber y bañarse con tranquilidad. Y sembré árboles frutales!

Cuando hoy en día miro mi jardín con este biotopo tan salvaje y lleno de vida me pregunto como he podido soportar durante tantos años un césped estéril sin casi vida! Es tan bonito de observar a todos los nuevos habitantes de mi jardín, bien sean pajaritos, ranas, mariposas y otros insectos. Sí, les he dado un habitat, pero mucho más me dan ellos a mi! Que mundos tan diferentes y que mundos tan fantásticos me ofrecen!

Estos mundos de los animales he intentado de captar con la camera. Y me daría mucha alegría si algunas de estas fotos podrían reflejar el encanto que yo siento. El encanto de la naturaleza!

Birgit

Todas las imágenes ©copyright by Birgit Kremer
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