La colonia de San Roque |
Una vez que aprendieron a volar, los jóvenes regresan al nido prácticamente solamente por las primeras noches. Porque allí les espera con toda seguridad una cena traída por los padres.
Durante el día aprenden ahora el gran arte de cazar por ellos mismos su comida. Difícil! Y puede ocurrir que el estómago está bastante vacío por la noche!
"Es hora de decir Adiós!"
Por última vez la familia pasa la noche en el nido antes de que las jóvenes cigüeñas se juntan con compañeros para emprender su viaje a África donde pasarán los años de su juventud. Últimos consejos y miradas orgullosas de unos exhaustos padres:
"Que hijos tan preciosos hemos levantado! Que tengais toda la suerte del mundo y cuidados bien! Y cuando estais en edad de formar una propia familia volved aquí. Nosotros os hemos ensayado todo lo que debeis saber, pero ahora nuestros caminos se van a separar! ":
Pero no hay melancolía en el aire. Por todas partes se escucha el alegre castañeteo de las cigüeñas! Y cuando uno ve las muchas jóvenes cigüeñas en los cielos andaluces - quienes juegan cada vez con más seguridad con los vientos y saben aprovechar las bolsas térmicas para ellas - entonces queda claro, con qué enorme alegría ellos forman parte ahora de los dueños y señores de los aires! Son escenas que despiertan en nosotros, los seres humanos, el fuerte deseo de poderlo hacer como ellas! Un deseo que no se podrá cumplir nunca, pero sí que es dentro de nuestras posibilidades humanas de cumplirles un deseo a las cigüeñas: devolverles a ellas y a muchos otros animales parte de sus territorios naturales y cuidar al máximo el medioambiente para el disfrute y la sobrevivencia de todos! Las cigüeñas nos lo agradecerán con su alegra castañeteo!
Cordiales saludos
Birgit Kremer