Tarifa - 26.8.2010 |
Queridos lectores,
ayer nos fuimos de nuevo a Tarifa. Y ... el levante soplaba con fuerza apenas cuando nos acercábamos al estrecho. Pero las turbulencias parecían menos graves en alturas muy grandes, porque muchos abejeros, culebreras y águilas calzadas al igual que unos alimoches seguían su viaje a África, apenas visibles a puro ojo. Vimos también tres bandos de abejarucos, en vuelo bajo y a una velocidad increíble con el viento de espalda. - Disfrutamos del espectáculo en compañía de otros observadores que están llegando desde todos los rincones de España y Europa.
Solamente de vez en cuando se veía un ave a altura de ojo, como este alimoche a mucha distancia, ya lo sé!
Esta culebrera nos sorprendio regresando del sur. Seguramente su intento de cruzar el estrecho había fracasado de momento:
Un valiente abejero en su intento solitario de cruzar a África. A veces era dramático observar, como las aves no podían seguir su camino y tenían que regresar. Seguramente ayer necesitaron muchas fuerzas para cruzar el estrecho:
Al contrario de sus otros colegas rapaces los milanos negros estaban más prudentes (no, la palabra "cobarde" no la quiero escuchar en este contexto ) y aguardaban en tierra a que el viento aflojara:
Uno se pregunta si de verdad era necesario construir estos molinos de viento en medio del corredor de migración! Sobre todo en días de fuertes vientos - y estos son muchos en Tarifa - a uno se le encoge el corazón cuando las aves están muy cercas de estos aparatos. Cualquiera se imagina el desastre que pueda causar una ráfaga de viento:
Miren, cuantos milanos negros esperaban impacientemente a que ...
... las condiciones mejoraban para seguir su vuelo:
"Vaya, vaya, nunca en la vida hemos visto tantos milanos juntos!"
Después de pasar muchas horas en Cazalla (Tarifa) emprendimos el regreso a casa por La Janda, donde se habían acumulado unos 300 cigüeñas blancas:
Y para nuestra gran alegría la carraca nos esperaba ...
... casi en el mismo sitio que el sábado pasado:
Vimos a varios aguiluchos cenizos y tuvimos la suerte que este macho voló bastante cerca de nuestro escondite, el coche:
Seguiré yendo a Tarifa para vivir esta gran emoción que es la migración de las aves!
Saludos cordiales
Birgit Kremer