Queridos lectores,
El pequeño frente de lluvia y viento de los primeros días de Septiembre tal vez conllevó a que un bando de unos cien abejeros europeos se resguardó en los bosques lindantes al Río Grande. Queríamos darnos una vuelta por allí, pero para nada esperamos el espectáculo que nos tenían preparados los abejeros que fueron saliendo de los arboles en pequeños grupos para buscar una bolsa térmica a primeras horas de la mañana. Les costó, porque aún no hacía suficiente calor. Me parecía notar el afán de las aves por seguir su largo viaje a tierras africanas. Nos sobrevolaron hasta finalmente encontrar una bolsa térmica que los llevaría hacía el sur y nos dejaron, porqué no decirlo, con los ojos aguados.
Sobre las 10h de la mañana las primeras aves buscaban aires calientes:
"Esperad! Me voy con vosotros!" Nada ni nadie detiene al águila pescador quién ...
... se suma al pequeño grupo al igual ...
... que esta águila calzada:
Pero los principales protagonistas fueron sin duda ...
... los muchos y ...
... maravillosos abejeros europeos ...
... sobrevolándonos para buscar al grupo recién formado:
No encuentro palabras para describir todas las emociones que sentí al verlos partir:
Estos ojos tan concentrados y tan decididos de ...
... seguir el viaje sin perder ni un minuto más:
En dos bandos las aves ganan en altura y ....
... pronto desaparecen de nuestra vista:
Al día siguiente nos fuimos nuevamente al Río Grande, pero apenas vimos cuatro abejeros. Pero nos encontramos con otros protagonistas muy distintos. De ellos os hablaré pronto en otro relato!
Saludos cordiales
Birgit Kremer