Guadalquivir |
Naturalmente las divertidas garcillas bueyeras forman también parte de estos paisajes ...
... al igual que muchas garzas reales ...
... tan prudentes y tan elegantes:
Entre los campos de arroz descubrimos a esta garcilla cangrejera:
Muy coqueta se mostraba esta garceta común mientras que ...
... una compañera preferió alejarse unos metros de nosotros y el coche:
Los martinetes estaban bien escondidos, pero los descubrimos gracias a ...
...este joven que daba una vuelta y aterrizaba en uno de los muchos escondites al borde del canal:
Vaya día que pasamos en las riberas del Guadalquivir donde por último vimos este majestuoso águila culebrera:
A los bichos que nos picaron no les tomé fotos, pero os juro que le miran a uno con ojos gigantescos y poco después uno siente el escalofrío de la picada. Parecen inmunes al Otan! Pero no les guardo rencor porque seguramente es gracias a ellos que se conserven estos maravillosos paisajes solitarios que albergan a tantísimos animales.
En el próximo y último capítulo os invito de acompañarnos al Parque de Doñana y sus bellos entornos!
Hasta entonces, saludos cordiales
Birgit Kremer
Fin