Queridos lectores,
Las muchas, muchísimas avocetas que pasan el invierno en las salinas de Bonanza o viven allí, suelen ser muy tímidas. Pero después de pasar horas dentro del coche en el mismo sitio, una de las parejas se acercó ...
... y delante mio empezaron los dos a vivir sus momentos más íntimos:
Pobre Señora Avoceta!!!
Y el Señor Avoceta termina sus deberes conyugales rápidamente:
Me lo estoy imaginando o de verdad los dos están sonriendo felices?
El sacudo su plumaje y ella ...
... hace lo mismo coquetamente y...
... nuevamente el matrimonio avoceta sigue en su búsqueda de comida:
Vi también muchas gaviotas picofinas en las salinas, muchas de ellas anilladas. Pude admirar no solamente su elegante belleza sino también sus habilidades a la hora de sumergirse en busca de comida. De todo ello contaré muy pronto.
Saludos cordiales
Birgit Kremer