Queridos lectores!
Como hoy andaba sola no me atreví de adentrarme al Paraje Natural del Guadalhorce y ...
... me quedé en el margen derecho del rio, sentada en una enorme piedra. Este "observatorio" no resulta nada malo porque gozaba de un sol espléndido y de unas vistas fantásticas al río y ...
... y al mar abierto con cientos de gaviotas reídoras y patiamarillas:
Al poco tiempo de quedarme quieta en la roca se asomaron los primeros pajarillos con ganas de bañarse en el río:
También los estorninos disfrutaron del baño, además de buscar comida en las playas del río, siempre muy atentos a cualquier enemigo porque a ellos ...
... no se les había escapado el águila calzada que rondaba sobre el propio paraje y alertado por ellos el cormorán se les unía a su huida:
"Bueno, aquí hay algo que a mí no me gusta nada! Ya llegaron esos tipos del norte de nuevo y tendré que compartir mi comida en los próximos meses!" El Señor Curruca cabecinegra no parece ni de lejos tan contento como yo con ...
... la presencia del petirrojo en su orilla del río:
También esta bisbita alpina ha abandonado su sitio de cría en alta montaña para pasar el invierno a nivel de mar:
Poco después descubrí en unas rocas dentro del mar a seis correlimos tridáctilos, cuatro adultos y dos jóvenes:
Apenas cuando la ola se retiraba, corrían a todo mil para buscar la comida que el mar les había traído:
Pero todo en la vida hay que aprenderlo. Mientras que el ave adulta se retira a tiempo de la roca antes de la próxima ola, el joven correlimos se moja!
Podría observar horas y horas a estos graciosos y tan valientes huéspedes del Norte!
Saludos cordiales
Birgit Kremer