Cádiz y Salinas de Bonanza |
Con gran entusiasmo salieron los pollos de las avocetas en busca de los hijos del vecino para jugar juntos, pero esto no le gustó ni cinco a papá avoceta y ...
... allí mismo espantó a la familia chorlitejo!
"Que lástima!", pensaban sus propios pollos algo decepcionados!
Pese al calor, las turbulencias en el caire y las grandes distancias ... era simplemente una dicha de poder observar la vida de estos habitantes de las marismas y salinas. Uno se siente transportado a un mundo diferente.
Muy a nuestro pesar emprendimos el viaje de regreso, pero ...
... volveremos a visitar pronto a estos pasiajes tan bellos y sus lindos habitantes!